Práctica 14. ¿Qué hemos aprendido? (+lo que no pude decir en las encuestas de calidad)

 Práctica 14. ¿Qué hemos aprendido?

Comenzaré esta reflexión final de la asignatura señalando que yo tenía unas expectativas muy bajas sobre el que iba a ser mi desempeño a lo largo de las sesiones que hemos compartido. Principalmente, mi actitud temerosa se debía a que la tecnología, las herramientas digitales y, en general, todo lo relativo a la virtualidad y a las TIC nunca ha sido mi punto fuerte como estudiante. Recibí mi primer teléfono móvil  con catorce años y antes de los dieciséis años apenas había usado esporádicamente un ordenador. De modo que la brecha digital de acceso ha desencadenado una brecha digital de uso y, sobre todo, de calidad de uso: cuando disponía de los recursos necesarios para adentrarme en este mundo, mi competencial digital era prácticamente nula. No obstante, con la crisis sanitaria por COVID-19 no me quedó otro remedio que aprovechar la cuarentena para ponerme al día lo antes posible con las TIC y poder afrontar los retos que se nos presentaban a los estudiantes de 2º Bachillerato por entonces: exámenes online y la preparación de la PAU, además de las eminentes exigencias universitarias. 

Con todo, aunque había mejorado enormemente en los últimos años mi competencia digital, siempre he sufrido todas las asignaturas que he cursado relacionadas con el manejo de herramientas informáticas (incluso cuando eran instrumentos básicos: me costaba hasta trabajar con el procesador de texto Word). Sin embargo, con esta asignatura mi experiencia ha sido completamente distinta. Recuerdo con mucho cariño que el primer día el profesorado me tranquilizó diciéndome que no temiera, que se iba a hacer muy ameno. Ese gesto me llenó de confianza hasta el punto de que esa misma noche, tras salir de clase, escribí mi primer bluit y lo demás ya es historia (sé que es una exageración, pero para mí ha significado muchísimo): pensaba que no iba a llegar a los sesenta bluits y los he duplicado, pero además he disfrutado como nunca subiendo contenido a una red social como Bluesky;  he experimentado en ratos de soledad con las herramientas que veíamos cada semana en el aula; he ayudado a mi padre (que también es profesor en un IES, aunque de Matemáticas) a preparar materiales didácticos con algunas de estas herramientas y también a mi hermana gemela, que cojea del mismo pie que yo; he reducido el tiempo a la mitad en el que preparo presentaciones para realizar exposiciones orales (y no necesariamente utilizando IA, he exprimido al máximo cada pequeño consejo y truco que se nos ha ofrecido en clase); he ganado un premio en el concurso de Unicomic que se preparó en el aula y todavía hoy me pregunto cómo fue eso posible; he aprendido un montón sobre juegos de mesa, lo que además de una experiencia didáctica positiva, me ha brindado la oportunidad de conectar con un amigo de mi pueblo que ama las dinámicas de los juegos de mesa; he conseguido mucha inspiración para realizar el TFM en mi búsqueda de memes y recibido apoyo del profesorado. 

En definitiva, esta asignatura ha contribuido de lleno a que yo me sienta capaz y hábil para usar herramientas TIC que antes ni conocía. Me ha regalado mucha autonomía en este sentido. De hecho, el único cambio urgente que yo haría en la asignatura sería adelantarla al primer cuatrimestre para llegar a las prácticas con todo este bagaje sobre TIC. Es algo que a mí me habría sido muy útil. Yo estuve realizando las prácticas en el IES Lloixa y mi compañero era de la UMH, allí tenían esta asignatura en el primer cuatrimestre y la verdad es que gracias a eso él tenía mucha solvencia a la hora de utilizar herramientas y me ayudó a mí también. 

No puedo dejar escapar la oportunidad de agradecer el apoyo que he recibido del profesorado en todo momento. Por una parte, gracias, José, por ayudarme a ganar confianza en mí misma, por la dedicación en cada sesión, por la retroalimentación continua tanto de manera presencial como de forma asíncrona a través de Bluesky (todo con la intención de no solo formarnos en aspectos de la asignatura, sino de ayudarnos en todo lo que estuviera en su mano para nuestra formación como docentes) y por crear un ambiente relajado y propicio para el aprendizaje en cada clase. Por otra parte, gracias, Sebastián, por el entusiasmo contagioso, el esfuerzo y la entrega invertidos en cada sesión, por haberme ofrecido ayuda cuando más lo necesitaba con el trabajo final sin recibir reconocimiento por ello (ya me habría gustado haber tenido tiempo de redactar unos agradecimientos porque son bien merecidos y se los debo) y por el trato cálido y respetuoso hacia el alumnado. Gracias a los dos por la buena coordinación de la asignatura y por hacerla entrañable. Durante este segundo cuatrimestre ha sido imposible "odiar los lunes" como diría Garfield.