PRÁCTICA 6. Taller de Juegos de Mesa
Taller de Juegos de Mesa
realizado por Víctor Romero Marcos
Preguntas sobre el Taller de Juegos de mesa.
- ¿Qué juegos de mesa conoces o juegas habitualmente? ¿Recuerda algún juego cuando estudiabas en el instituto? A lo largo de mi vida he jugado a muchos juegos de mesa y, a pesar de no jugar a muchos últimamente, sobre todo por falta de participantes, me considero un fan de estos tipos de juegos. A continuación, comento los que más he jugado y disfrutado:
1. Monopoly: el clásico juego de ir construyendo tu imperio de propiedades hasta mandar a la banca rota a los demás jugadores. Este es uno de mis favoritos y a los que más he jugado. Permite planear estrategias, aprender a gestionar el dinero y comenzar a odiar al que hace media hora era tu mejor amigo.
3. Rummikub: a este juego de mesa le he dedicado también muchas horas. Tiene el punto positivo de que existe la versión digital, por lo que se puede jugar en cualquier momento y lugar. Juego en el que se mezcla la suerte con la estrategia. Cuidado, es adictivo y puede suponer la ruptura de relaciones familiares.
4. El Virus: este juego salió hace relativamente poco tiempo, pero sus mecánicas y cartas especiales lo convirtieron en un juego muy interesante y divertido. El objetivo será conseguir un cuerpo completo y sano, pero claro... el resto de los participantes no querrán que lo consigas antes que ellos, por lo que te harán enfermar continuamente. Aquí te das cuenta de los amigos tan tóxicos que tienes.
5. La Fallera Calavera: este juego fue un grandísimo descubrimiento durante la carrera. Lo traía una compañera para jugar en las horas muertas entre clases. Esas horas eran el momento más esperado de la semana. El objetivo será el mismo que en el Virus, pero en lugar de un cuerpo, será conseguir los ingredientes para elaborar una paella para la Fallera calavera. Incluye folklore valenciano y las ilustraciones de las cartas son espectaculares. Sin duda, un juego que recomendaría a cualquiera.
Por desgracia, durante mi etapa en Secundaria, nunca me propusieron jugar a ningún juego. Sí que realizamos ejercicios un poco gamificados, pero nunca nos propusieron jugar a un juego de mesa en clase.
- ¿Qué uso le das o darías a los juegos de mesa en tus clases? ¿Puedes trabajar la lengua o la literatura?
Por ejemplo, recuerdo que me enseñó mi tutora, el Dixit, que usó para trabajar la escritura creativa de los alumnos. Les ofreció una carta y, a partir de lo que observaban en ella, debían escribir una historia basada en lo que les transmitía u observaban en ella.
También, si encontrara algún juego de cartas en el que se trataran figuras literarias, podría utilizarlo para repasar contenidos de esta materia.
Mi sincera opinión es que sí se puede trabajar tanto la lengua o la literatura mediante juegos de mesa. Sin embargo, creo que habría que hacer de manera moderada. Utilizaría algún juego de manera puntual, sí. A pesar de ello, no basaría una lección en un juego de mesa, ya que me parece que se quedaría muchos aspectos sin tratar.
- Comenta algún juego de los vistos en clase u otro que conozcas y/o juegues habitualmente.
La verdad es que no conocía ninguno de los juegos que nos han presentado en el taller. Sin embargo, he podido jugar a 3 de ellos y hemos disfrutado mucho con ellos.
El primero de ellos ha sido el juego de Beetlejuice. Ni había visto las películas ni sabía nada del personaje, pero, aun así, he disfrutado mucho del juego. Me ha parecido muy interactivo, interesante y ágil, ya que pudimos echar 4 partidas en poco más de una hora. Las pegas que le sacaría no están relacionadas con el juego en sí, sino con las aplicaciones literarias y lingüísticas, ya que, ninguno de mis compañeros ni yo mismo supimos relacionarlo con algún aspecto de nuestro ámbito.
En segundo lugar, y de manera simultánea, jugamos al juego de nuestro compañero Pablo, que me pareció un grandísimo juego, junto al LiteraTour. Ambos juegos me parecieron muy interesantes, ya que durante toda la partida disfrutamos y estuvimos muy entretenidos. El requisito de diversión, lo cumplen con creces. En cuanto al aspecto didáctico, me parece que son una gran herramienta, ambos juegos, para trabajar la literatura. Existe el estigma de que la literatura es aburrida y que es una parte más de la asignatura de lengua. Desde mi punto de vista, estos juegos son muy útiles para rebatir esa postura y acercar a los alumnos a la literatura, a los autores de las obras que leen y a sus historias. Además, me parece muy útil para preparar unas oposiciones, al presentar tantas obras y tantos autores en sus diferentes épocas.
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